Los estudios hormonales más importantes que deben realizarse
las mujeres
¿Qué análisis hormonales deben realizarse las mujeres y a
partir de qué edad? La Dra. Guerra, médica endocrinologa, explica qué clases de
estudios son los más comunes y con qué frecuencia realizarlos.
Debido en parte a la función reproductiva, las mujeres se
deben realizar a lo largo de su vida una serie de estudios que son importantes
porque permiten detectar a tiempo ciertas patologías o bien, mantener un
correcto estado de salud.
Entre los principales se cuentan los estudios hormonales que
sirven para evaluar la función tiroidea ya que, después de los 35 años de edad
las mujeres tienen mayor riesgo de presentar, por ejemplo, disfunción tiroidea.
En estos análisis se evalúa el nivel de las hormonas TSH ATPO ATG.
“Por otro lado, en edad fértil, el hipotiroidismo puede
provocar, entre otras cosas, infertilidad así como también abortos en el primer
trimestre. Por eso, si existe algún síntoma o signo relacionado a la disfunción
de la glándula tiroidea que lo amerite, hay que evaluar su funcionamiento sin
límite de edad”, refirió al ser consultada la Dra. Jorgelina Guerra, médica de
endocrinología del Hospital Universitario Austral (HUA).
Por su parte, la medición de prolactina es otro de los
estudios que se solicitan, aunque sólo cuando “hay clínica” que así lo amerite.
Esto ocurre, por ejemplo, cuando la mujer padece falta o alteración del periodo
menstrual o secreción mamaria.
“Vale aclarar que la primera causa de elevación de la
prolactina es el hipotiroidismo; aunque también hay otras como la toma de
diferentes medicaciones, o la presencia de tumores de hipófisis, que son
productores de prolactina”, sostuvo Guerra.
También, es importante evaluar el metabolismo fosfocálcico,
aunque esto no se hace estrictamente con hormonas sino con estudios de
marcadores metabólicos óseos que muestran la formación o la pérdida a cualquier
edad, y ante la presencia de causas secundarias de osteoporosis como, por
ejemplo, la enfermedad celiaca y la toma crónica de corticoides.
“Esta prueba también se realiza entre los seis meses y el
año de la falta de menstruación, es decir llegado el momento de la menopausia,
o entre los 45 y 55 años. Esa época también es propicia para evaluar la función
ovárica (o sea, la producción de estrógenos)”, agregó la Dra.
En cuanto a la periodicidad de los controles, la
especialista destacó que una paciente con diagnóstico de hipotiroidismo, por
ejemplo, debe controlarse anualmente; aunque si está embarazada los controles
durante los nueve meses de gestación deben ser periódicos.
Para los demás estudios, la frecuencia dependerá del
diagnóstico que se obtiene, y de si existe o no una patología.
Respecto a la cuestión hereditaria, y a si la genética
influye o no, la Dra. Jorgelina Guerra expuso: “Tiroiditis autoinmune,
tiroiditis linfocitaria crónica o tiroiditis de Hashimoto -todos sinónimos- son
el mejor ejemplo de herencia en la patología tiroidea. Esto muestra que hay una
predisposición autoinmune a presentar enfermedad tiroidea. Sin embargo, otras patologías
o enfermedades endocrinológicas son independientes”
Lee el artículo original aquí: http://www.hospitalaustral.edu.ar/novedad.asp?iNoticia=910
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